En ese momento se me encendieron los ojos, me brillaban más que nunca, estaba ilusionado y con un poco de miedo, no todos los días puedes joder con una gran mujer y nunca antes había caído una torre tan alta. Mi querido amor me estas haciendo la mejor mamada que había saboreado mi carlitos.Cuando te cansaste de chupar, te levantaste te desnudaste sola, no me dejaste tocarte, me obligaste a observar como te ibas sacando lentamente cada parte de tu vestimenta, hasta que estubiste desnuda ante mi. En ese momento, mostraste un cuerpo frágil me pusiste más cachondo.
Me obligaste a levantarme, te sentaste tu y abriste las piernas, era mi turno, ahora tenia que comerte tu margarita, por cierto estaba bien depilada, te la comí de la mejor manera que supe, estaba asustado, Aún así quedaste más que satisfecha, lo se, soltaste una gran frase para mi -Tienes muy buena lengua-
Ya te pedí perdón.
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Henri Gervex (1852-1929)
Ya te pedí perdón, ¿qué más deseas…? ¿Que me arrastre, que pene, que
suplique…? ¿Que te llore mi error, que magnifique lo que...






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