Sienteme en cada recuerdo,
en cada mirada,
en cada roce de mis labios,
en cada instante.
Sienteme como aquel instante,
en el cual me hicistes tuya,
intensamente tuya
fuerte,
caliente,
ardiente,
única.
Sienteme aun hoy al tocarte,
como fuego vivo,
como sensación palpitante
recorriendo tu piel.
Sienteme ardiendo en cada poro,
en la comisura de tus rincones,
de tus espacios infinitos
de seducción.
sienteme cuando se
Arquea mi espalda ,
al roce agitado de tu lengua,
al tacto preciso de tus dedos,
a la penetración suave
de tu carne, en mi carne.
Sienteme aun hoy,
cuando ya no estoy en tu cuerpo,
pero si en esencia,
mezclada en tu alma.
Ya te pedí perdón.
-
s
Henri Gervex (1852-1929)
Ya te pedí perdón, ¿qué más deseas…? ¿Que me arrastre, que pene, que
suplique…? ¿Que te llore mi error, que magnifique lo que...






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